Aparentemente hay una nueva intención por inmovilizarnos aún más que con la pandemia, acabando con los negocios pequeños y la soberanía económica de los paises menos adelantados.
Al respecto, a continuación está el recorte de un video sobre el instrumental y químicos pro Cambio Climático que constituía la carga del famoso barco que encalló en el Canal de Suez hace unos meses. Sin embargo, para fines del tema tratado hoy, solamente dejo aquí lo relacionado con una charla confidencial del director de CNN, en la que explica que ya el canal de noticias recibió instrucciones para terminar con la narrativa de la infección y pasar a aterrorizar a la población con detalles del clima:
Infidencia del director de CNN
Todos hemos notado cómo paulatinamente se incrementa la información atemorizante sobre el inventado Cambio Climático, con la generación de verguenza en nuestra generación que, supuestamente, fue la que ha llevado al planeta al borde de la destrucción.
Igualmente, se ha adoctrinado a los niños sobre la necesidad del proteger a la Tierra de la peste que es la Humanidad que los precedió, al punto de que estos chicos ven con rencor a sus mayores, como a monstruos desalmados, y brutos, además.
Lo que pasa es, que ese cuento, con la ayuda de los medios de comunicación ha sido muy bien echado, y remachado en medios visuales espectaculares, al extremo de que nosotros, por ejemplo, los baby boomers que nacimos en la post guerra, también inicialmente, creímos que nuestra ambición no tenía límite y llegamos a cuestionar la bondad intrínseca del ser humano.
Rechazábamos la destrucción del ambiente, sin darnos cuenta de que, si las chimeneas de las gigantes fábricas contaminan el aire, no es exactamente por el deseo de nosotros, la masa. Hasta donde lo es, se debe a que los dueños de todo el negocio mundial, las GRANDES CORPORACIONES sin corazón, nos inducen a comprar lo que ellos venden y no tienen intención alguna de mejorar sus procesos.
Si a ellos les diera la gana cambiar, lo harían y nosotros, con ellos, sin chistar. Porque hay que entender que nosotros, los ciudadanos del común, no decidimos nada en este mundo (ni tampoco son nuestras las fábricas que contaminan)
El problema no es por la fabriquita de pueblo haciendo mermelada de guayaba. El daño ambiental es por la industria militar, que llena los bolsillos de grandes millonarios en la sombra. ¡Ellos son los que contaminan! ¡No nosotros! Nosotros en nuestra estupidez, lo peor que hacemos es botar al río el envase de plástico del agua embotellada que ellos mismos nos hacen comprar empacada así. Pues nosotros, en nuestra indolencia e indefensión, no hemos aún decidido defendernos de la única forma que podríamos hacerlo:
Negándonos a aceptar sus productos contaminantes
Los geólogos sabemos que la Tierra pasa por ciclos climáticos de calentamiento y enfriamiento, que son absolutamente naturales... pero nadie nos escucha, porque el maestro atendido por el mundo como infalible, es el noticiero (que ya sabemos a quiénes pertenece y el pánico que busca crear).
Como bien lo dice un gran maestro de la Geología colombiana, Jaime Galvis: El fanatismo de los grupos ambientalistas está perjudicando seriamente el desarrollo: con un despliegue mediático asfixiante y ampliamente financiados desde el exterior, han convencido a buena parte de la gente de que el progreso es dañino.
De esta forma, en Latinoamérica se bloquean los proyectos viales, hidroeléctricos, petroleros y mineros, so pretexto de la protección ambiental, sin considerar que estos temas son la fuente de ingresos de nuestros paises que, no tienen más opción para sobrevivir, que vender sus recursos naturales.
Un
aspecto muy importante es el abandono decretado para amplias regiones por los delirios de muchos “defensores” del medio ambiente, generalmente inspirados y financiados por Organizaciones No Gubernamentales, foráneas.
Este colonialismo no disimulado, ha impedido que áreas tales como el Litoral Pacífico, donde la miseria es inenarrable, reciban del gobierno obras, que permitan un nivel de vida decente para una población que se aproxima a tres millones de habitantes.
Además de la pobreza extrema, el Chocó geográfico se ha convertido en el dominio del hampa narcotraficante más poderosa, pues la selva sirve de refugio a la delincuencia. Por la intensa pluviosidad que impera allí, no hay la riqueza faunística tan cacareada por los ecólogos de cafetería.
Entonces, todos listos: No nos vamos a dejar asustar en esta ocasión tampoco. Y roguemos a todos los santos que quienes pueden influir en detener estos planes (léase congresos de paises con poder, por ejemplo), frustren este segundo paso para doblegar más aún a la Humanidad.