Una de las grandes confusiones de vivir en Matrix es nuestra percepción del cuerpo, al cual le hemos dado el inmenso atributo de ser nosotros mismos. Eso hace que no digamos nunca: "Mi cuerpo está enfermo", sino que decimos "Yo estoy enfermo".
Con lo variado que hemos investigado en nuestra vida, le hubiéramos dado a alguien con una enfermedad grave, las siguientes explicaciones "filosóficas":
- Catolicismo: El Señor lo quiso así... Es una gran prueba que tienes que superar con resignación.
- Budismo: Es tu karma; consecuencia de alguna acción pasada. No queda nada por hacer, más que aceptarlo con abnegación para liberarte de su efecto.
- Medicina occidental: Un agente externo (ambiental) o interno (genético) te atacó. Vamos a atacarlo ahora nosotros hasta destruirlo.
- Psicología moderna: Tu mente ha propiciado que enfermes. Tú mismo puedes curar tu cuerpo si lo decides.
- Medicina oriental: Tu energía tiene un bloqueo en alguna parte, de manera que vamos a desbloquearla mediante algún método.
- Holográfico actual: El temor que hay en tu mente ha generado que tu cuerpo parezca enfermo.
La sexta y última es la que se ajusta a la interpretación holográfica de nuestra realidad y la que deja una rendija por donde el "enfermo" puede liberarse para siempre.
¿A quién podría ocurrírsele que una imagen proyectada pudiera "enfermarse"?
Si ya sabemos que lo que vemos es una sombra... un espejismo... ¿Curarías al soldado herido de la película con cataplasmas sobre el telón del teatro?
Tu verdadero Ser está detrás de cámaras proyectando una realidad ilusoria, que depende de cuánto se asusta él solito y de cuánta desconfianza tenga en su propia existencia.
El cambio de percepción que necesitamos en este momento es grandísimo. Sé que para todos nosotros es muy difícil que empecemos a mirar el mundo con la convicción de que es irreal, y más difícil aún, pensar lo mismo de nuestro cuerpo, con el que estamos tan familiarizados y al que conferimos la totalidad de nuestros logros y capacidades. ¡Pero tenemos que hacerlo!
Agrava la situación en que estamos, el hecho de que no vivimos solos nuestro delirio, sino que en conjunto -y perversamente ayudados por algunos avivatos-, creamos nuevas imágenes que van a alimentar nuestro miedo, en un círculo vicioso de riesgo, contagio, enfermedad, medicina química inoperante y muerte... ¡Muerte, que es lo que más tememos! Porque sin cuerpo, nos parece que no somos nada. (¡Aunque las distintas religiones digan lo que digan!).
¿Cuándo en toda su historia, ha estado la Humanidad más enferma que ahora, cuando la ciencia médica dice haber avanzado tanto?
Lo que sucede es que ¡Tu cuerpo no eres tú! El cuerpo es una imagen neutral que no tiene capacidad de enfermarse, excepto que tú creas que lo puede hacer. Caso en el cual, tu mente lo percibirá como enfermo, con un sinnúmero de consecuencias y limitaciones.
La instrucción es entonces: ¡Somos mucho más que un cuerpo! El cuerpo mismo no es sino una ilusión. Tratemos entonces, lo más posible, de vernos a nosotros mismos separados del cuerpo, siendo concientes de que es nuestra propia proyección. Logrando eso (con perseverancia... todos los días, hasta que de verdad lo creamos), pasaremos a no aceptar que el ambiente, -ni nada-, pueda afectar ese cuerpo (avatar) en que nos movemos temporalmente.
Un Curso de Milagros define al cuerpo como "Una barrera, un envoltorio, que nos hace aparentar que estamos separados de los demás y del Universo".
Lo que me recuerda mi época como Rosacruz, cuando deducía del ocultismo que Dios es la electricidad y nosotros simplemente los bombillos.
Hay bombillos de distintos colores... unos más nuevos que otros... unos en mejor estado o con más modernos diseños... Unos grandes y otros chicos.
Pero ¿Podría algún foco, por especial que sea, iluminar desconectado de la energía?
¿Tiene algún sentido una bombilla sola?