La radiación no ionizante comprende muchísimos aparatos y equipos a nuestro alrededor, que no tenemos en cuenta cuando pensamos en nuestra salud: Antenas de microondas, telefonía móvil, todo tipo de aparatos inalámbricos, torres repetidoras y líneas de alta tensión.
Tenemos teléfonos celulares ya hace algo más de veinte años y sin embargo, nadie ha dicho de manera contundente que sea seguro utilizarlos. Porque es un hecho que una industria multimillonaria financia los medios de comunicación alrededor del mundo hoy en día, y es capaz de hacer cuantiosas donaciones y esfuerzos persistentes de cabildeo para influir en las políticas gubernamentales a su favor. Así que, aunque los peligros de los celulares algún día lleguen a ser conocidos, -igual que pasó en su momento con los peligros del tabaco-, habrá un lapso con personas extremadamente vulnerables y efectivamente afectadas. ¡Y ese lapso es precisamente ahora! Nosotros fuimos los conejillos de indias, emocionadísimos por poder conversar por la calle, sin depender de las odiosas cabinas y los teléfonos públicos. Pero como todo lo que hacemos, se nos vuelve adicción.
Tenemos teléfonos celulares ya hace algo más de veinte años y sin embargo, nadie ha dicho de manera contundente que sea seguro utilizarlos. Porque es un hecho que una industria multimillonaria financia los medios de comunicación alrededor del mundo hoy en día, y es capaz de hacer cuantiosas donaciones y esfuerzos persistentes de cabildeo para influir en las políticas gubernamentales a su favor. Así que, aunque los peligros de los celulares algún día lleguen a ser conocidos, -igual que pasó en su momento con los peligros del tabaco-, habrá un lapso con personas extremadamente vulnerables y efectivamente afectadas. ¡Y ese lapso es precisamente ahora! Nosotros fuimos los conejillos de indias, emocionadísimos por poder conversar por la calle, sin depender de las odiosas cabinas y los teléfonos públicos. Pero como todo lo que hacemos, se nos vuelve adicción.
Lo tremendo es que los expertos en el área de los efectos biológicos de las frecuencias electromagnéticas (EMF) y la tecnología inalámbrica no tienen la menor duda de que los celulares son capaces no sólo de causar cáncer, sino de causar variedad de otras enfermedades, desde depresión hasta diabetes, irregularidades cardíacas e infertilidad.
Se han identificado numerosos mecanismos de daño que explican cómo los campos electromagnéticos afectan las células y el ADN. El Dr. Martin Blank, PhD, dio un discurso informativo en el 2010, en el programa llamado “The Health Effects of Electromagnetic Fields,” co-patrocinado por ElectromagneticHealth.org en el que explicó por qué el ADN, con toda su estructura, es especialmente vulnerable a campos electromagnéticos de todo tipo.
Se han identificado numerosos mecanismos de daño que explican cómo los campos electromagnéticos afectan las células y el ADN. El Dr. Martin Blank, PhD, dio un discurso informativo en el 2010, en el programa llamado “The Health Effects of Electromagnetic Fields,” co-patrocinado por ElectromagneticHealth.org en el que explicó por qué el ADN, con toda su estructura, es especialmente vulnerable a campos electromagnéticos de todo tipo.
Como se describe en la revista Internacional de la Biología de la Radiación en su edición de abril del 2011, el ADN posee dos características estructurales de las antenas fractales: conducción electrónica y auto-simetría. Estas propiedades contribuyen a la gran reactividad del ADN a los campos electromagnéticos, haciendo que hayan consecuencias a largo plazo en nuestro material genético por exposiciones repetidas a microondas. El Dr. Blank fue categórico cuando dijo que existe evidencia sobre un daño que puede ser significativo.
Un análisis de la gama de mecanismos de acción conocidos, incluyendo dichos efectos sobre el ADN, fue publicado en noviembre del 2010 en “Non-Thermal Effects and Mechanisms of Interaction Between Electromagnetic Fields and Living Matter".
La primera advertencia sobre el celular fue publicada en el 2000
Cuando la Dra. Devra Davis autora del libro llamado, “The Secret History of the War on Cancer”, investigó los peligros de las radiaciones que emanan de los celulares, supo que William Stewart, asesor científico de Margaret Thatcher, había emitido una advertencia al Royal College of Physicians, en donde ya en el año 2000, pedía que los adolescentes que no usaran celulares. “Si esperamos a que haya una prueba del daño- y esa prueba es el cáncer cerebral…lo sabremos tarde, pues las pruebas pueden tardar alrededor de 40 años en desarrollarse. Sabemos eso por las bombas que cayeron al final de la Segunda Guerra Mundial: no hubo aumento de cáncer cerebral hasta 40 años después".
La OMS considera la radiación del celular como posible carcinógeno
El año pasado, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), una rama de la Organización Mundial de Salud, revisó estudios relevantes y declaró que los teléfonos celulares son posibles agentes de cáncer y su peligrosidad se encuentra en la misma categoría que los gases producidos por motores de diesel, algunos pesticidas y los metales pesados. Este panel de expertos dictaminó que existe evidencia de que el uso regular de los teléfonos celulares aumente el riesgo de aparición de dos tipos de tumores: tumores cerebrales (gliomas) y neuromas acústicos. La Dra. Davis señala que "Si las personas entendieran que tienen un dispositivo de dos vías de microondas al lado de su cerebro y de sus órganos reproductivos, tal vez le darían importancia al tema.”
A continuación un reportaje peruano sobre el asunto:
El SAR (“Tasa de Absorción Especifica”) es una medida del potencial de un dispositivo para calentar los tejidos. Pero sólo mide la densidad de potencia del teléfono, estimando la penetración de la radiación, utilizando una cabeza de plexiglás equivalente a un hombre de 200 libras. Este es sólo un estimado de uno de los componentes de riesgo de los teléfonos celulares: No evalúa el riesgo de las frecuencias del teléfono celular, el latido errático y modulación de las señales ni los campos magnéticos de las baterías.
La verdadera exposición SAR también puede verse afectada por qué tan alta es la señal que entra y sale del celular y su ubicación en relación a las torres repetidoras. De hecho, mientras más baja sea la señal -menor número de barras- más tiene que trabajar el equipo para alcanzar la torre, así que emitirá más radiación sobre su cerebro y su cuerpo. Entonces, el SAR tiene un uso muy limitado y es sólo una medida comparativa entre teléfonos, pero de ninguna manera mide la seguridad de un celular.
La Dra. Davis explica: “De los estudios de los que hablo en mi libro llamado “Disconnect” y que se muestran en nuestro sitio web, EnvironmentalHealthTurst.org, se ve que el pulso de las señales digitales de la radiación del teléfono puede alterar y debilitar las membranas y aumentar las especies reactivas de oxigeno que producen radicales libres (que como sabemos, son muy dañinos y van a todas partes, disminuyendo los electrones y causando daños en las células). La radiación de los celulares debilita la barrera sangre-cerebro; lo que significa que al colocar el teléfono al lado de su cabeza, cualquier material tóxico que esté en su sangre (porque vivimos en un mundo moderno) será absorbido por sus células.”
¿El celular mató a Adam Yauch de los Beastie Boys?
Adam Yauch, murió a la edad de 47 años de un tumor de la glándula parótida en su mejilla izquierda (era zurdo) mientras un grupo de investigadores israelíes reportó un fuerte aumento en la incidencia de tumores de ésta glándula en los últimos 30 años, con un máximo incremento a partir del 2001.
La glándula parótida es un tipo de glándula salival, localizada cerca de la mejilla -la misma área en donde la mayoría de las personas colocan el celular al hablar-. Los investigadores encontraron un aumento de cuatro veces en los cánceres de la glándula parótida de 1970 al 2006, mientras que las tasas de otros tipos de cáncer en las glándulas salivales se mantuvieron constantes. 2
El mismo año, el Dr. Siegal Sadetzki, el principal investigador de un estudio realizado en el 2008, testificó ante el Senado de los Estados Unidos que los celulares son uno de los principales causantes de los tumores en las glándulas salivales. Ese reporte indicó que el riesgo de desarrollar un tumor parotídeo en el mismo lado de la cabeza que utiliza para escuchar el teléfono aumenta un:
- 34% si usted utiliza regularmente el teléfono celular y lo ha utilizado durante cinco años.
- 58% si usted tiene más de 5,500 llamadas en toda su vida.
- 49% si usted ha hablado por teléfono celular durante más de 266.3 horas durante toda su vida.
"En Israel, uno de cada cinco casos se presenta en menores de 20 años. Era un tumor muy raro, hasta hace poco. Es por eso que el gobierno israelí ha emitido advertencias sobre los niños y el uso de celulares. La Asociación Dental de Israel también ha emitido advertencias, por un dramático aumento de tumores malignos muy poco comunes en la mejilla.”
Los niños No deberían utilizar los teléfonos celulares
Los niños son especialmente vulnerables al daño causado por la radiación de los celulares y no deberían utilizarlos. “El cerebro en realidad está sólo en parte protegido por el cráneo, porque este hueso es más denso que el cerebro, que contiene fluidos. El cerebro de un niño es particularmente vulnerable porque su cráneo es más delgado y su cerebro contiene más fluidos. Y es ese fluido el que puede absorber más radiación de microondas,” afirma la Dra. Davis. Si usted le da a un niño un teléfono celular para jugar, asegúrese de que al menos este en “modo de avión” para que la conexión inalámbrica esté desactivada.
Ella continúa:“Practicar el uso seguro de los teléfonos celulares es muy simple. Esto significa que la distancia es muy importante. Mantenga el celular lejos de su cuerpo. Utilice auriculares o cualquier otro tipo de manos libres, y manténgalo lo más alejado posible del cuerpo. Y por favor, no coloque el celular en su bolsillo.”
Por qué es mala idea ponerse el celular en cualquier parte del cuerpo…
Independientemente del área expuesta a la continua radiación emitida por el celular, existe potencial daño, y ciertas áreas son más vulnerables que otras. Por ejemplo, una investigación publicada en el 2009 mostró evidencia de que ponerse el celular en la cadera podría debilitar la pelvis ii . Por medio de rayos-X de pacientes con osteoporosis, los investigadores midieron la densidad ósea pélvica en 150 hombres que por lo regular se ponían su teléfono celular en el cinturón pegado a la cadera, encontrando que en quienes lo llevaban alrededor de 15 horas al día, durante un promedio de seis años, la densidad mineral ósea había disminuido significativamente del lado de la pelvis en donde se ponían el celular.
Es importante darse cuenta que mientras su celular se encuentra encendido, emite radiación de manera intermitente, incluso aunque usted no este utilizándolo. Así que ponerse el celular en la cintura durante 15 horas al día le dará a esa área de su cuerpo una continua exposición a la radiación.
Otros estudios encontraron que la radiación emitida por los celulares puede afectar el conteo de esperma de los hombres y como se dijo, afectar su densidad ósea. Uno de esos estudios, publicado en PLoS One iii descubrió que:“RF-EMR tanto en la densidad de potencia como en el rango de frecuencia de los teléfonos móviles aumentan la generación mitocondrial de especies reactivas del oxigeno por los espermatozoides humanos, disminuyendo la motilidad y vitalidad de estas células mientras estimula la base del ADN y su fragmentación”. Entonces, los hombres en particular, deben reconsiderar dónde ponerse el celular, pues el cinturón o el bolsillo son cercanos a los órganos reproductivos. Además, hay muchos otros órganos sensibles en esa área, incluyendo el hígado, riñones, colon y la vejiga, los cuales también son susceptibles a la radiación.