martes, 2 de abril de 2013

Meditación paso a paso. Ejercicio No.3. Iniciación al Qi-Gong

Al Qi-Gong se le ha llamado en occidente "La gimnasia de la gente feliz". Y esto es cierto por cuanto sus ejercicios favorecen el  incremento de energía en el cuerpo, hasta el punto de que cualquier persona que lo ensaye sentirá uno o dos minutos después de probarlo, que sus manos hormiguean con energía que sale de las palmas de las manos y las yemas de sus dedos, y que todo su cuerpo vibra de vitalidad.  Todo ello llama a las endorfinas, aumenta la circulación, etc., etc. llevando alegría y salud a su vida.




Esto del Qi-Gong, también lo recomiendo por experiencia. No podría decir por qué, simples 5 minutos de Qi-Gong influyen tan favorablemente, facilitando la concentración y la interiorización durante la meditación, pero es un hecho. No hay sino que probarlo para darse cuenta de su eficacia...

Mejora en un ciento por ciento la calidad de nuestra concentración. Los pensamientos ya no nos molestan mientras meditamos. Nos sentimos en un mar oscilante de energía que es plataforma perfecta para la meditación.

El Qi-Gong es el arte oriental de manejar la energía... el Chi... que constituye nuestros cuerpos y nuestro Universo. Está cercanamente relacionado con la medicina china, que se basa en que cualquier enfermedad proviene de un bloqueo de la circulación de la energía dentro del cuerpo. 

Otras artes como el Tai Chi mueven el Chi... Pero antes debemos aprender a generarlo y almacenarlo en nuestro cuerpo. Para eso es el Qi-Gong. Y mi opinión personal es que para efectos de una efectiva meditación, -que es la labor que nos ocupa en este entrenamiento-, el Qi-Gonges más que suficiente.

A continuación, un ejercicio básico para generar el Chi en nuestras palmas.



Una vez que logramos "sentir" la energía, podemos aprender un ejercicio que podemos hacer antes de la meditación y que a continuación ilustra el maestro chino Wong Kiew Kit, con el que he tenido la fortuna de tomar varios cursos de Qi-Gong.

Se llama "Levantar el Cielo" y deja la sensación de recibir una ducha de energía que nos sintoniza perfectamente para la meditación. Boca abierta para que salgan fácilmente las toxinas en cada espiración.

En este video debe observarse cómo la persona que realiza el ejercicio relajada, pero concentrada en el movimiento sin tensión de sus brazos, entra finalmente en un suave movimiento involuntario debido al flujo de energía que le envuelve.

Aquí es recomendable abandonar la incredulidad y dejar a un lado el escepticismo, dándole el beneficio de la duda a lo que le propongo: Flote. Libérese. Deje que su cuerpo oscile (nunca se va a caer) y con los ojos cerrados fluya en el Chi sin resistirse. La sensación vale la pena, a la vez que la energía tendrá oportunidad de repartirse por todo su cuerpo, llegando a los órganos que lo estén necesitando.

Ensáyelo, por favor. No pierde nada. Dése permiso para fluir. Y luego, explore más ejercicios de Qi-Gong como Lifting Sun and Moon del mismo maestro.

Se le volverá un muy buen hábito.