A veces me da miedo hablar de las fumigaciones aéreas porque tengo un familiar, -ingeniero y muy ejecutivo- que dice que le asombra que mi ignorancia me haga ver conspiraciones donde no las hay. A eso yo respondo que quien está muy sumergido en el Sistema y tiene confianza en él, no puede jamás imaginarse todo lo que sucede tras bambalinas. ...Entonces, me da risa que un jovencito me considere ignorante... Aunque solo sé, ¡Que nada sé! -Pero al menos investigo-.
Lo afortunado en el asunto de los chemtrails, es que ya muchos expertos meteorólogos han dado su opinión; y también recientemente algunos investigadores y participantes de los programas de control climático de los gobiernos han roto el silencio, como cualquier Snowden.
Personalmente conocí las líneas de fumigación en el cielo de Alemania en 1992. No podía creer la explicación que en ese momento me dieron... Que por el espacio europeo se cruzaran tantos vuelos comerciales y que todos dejaran estelas, -cosa que solamente había visto en las exhibiciones militares aéreas- ...con patrones regulares que no podían atribuirse a la casualidad. Luego los vi en Holanda en los días soleados del otoño del 2012, lo que me sirvió para alegrarme del hecho de que en los países latinoamericanos, encima de nuestras cabezas, aún no fueran tan frecuentes.
Pero ya se ha avanzado mucho: Lo que han aceptado los gobiernos del primer mundo sobre el tema, es que se trata de un nuevo programa, la Geoingeniería, -implementada en secreto-, mediante la cual están esparciendo aerosoles desde aviones en nuestra atmósfera, con el supuesto fin de hacer una capa reflectora alrededor de la Tierra, que impida el calentamiento global!!! ¡Insólita idea!
Esos aerosoles contienen una serie de productos tóxicos, como bario y estroncio, además de pequeñísimos fragmentos de aluminio metálico que están contaminando las aguas, los suelos y las vías respiratorias de nosotros, inocentes ciudadanos.
Esos aerosoles contienen una serie de productos tóxicos, como bario y estroncio, además de pequeñísimos fragmentos de aluminio metálico que están contaminando las aguas, los suelos y las vías respiratorias de nosotros, inocentes ciudadanos.
Lo peor es que climatólogos y meteorólogos, que ya se han reunido en conferencias formales sobre el tema, dicen desconocer la base científica de esta aseveración y no creen en su utilidad para mejorar el clima. ¿Cuál será entonces, la finalidad de esta práctica que cada vez es más frecuente? Investigadores en el video siguiente dicen que es posible que el alcance de los chemtrails busque más bien dominio político a través del clima, y los asocian con recientes fenómenos meteorológicos extraños: las inundaciones inusuales que están sucediendo, trayectorias anómalas de las tormentas y los graves cambios en las estaciones y la temperatura de los años recientes.
Todo empezó en marzo de 1991, cuando dos investigadores norteamericanos de origen chino, Davi Chang y I-Fu Shih registraron la patente “Welsbach” con el fin declarado de reducir el calentamiento global, por cuenta del gigante de la aviación Hughes Aerospace de los Angeles. Titulada ”Siembra estratosférica de Welsbach para la Reducción del Calentamiento Global “, y más conocida por los investigadores como ”La patente Welsbach”, la patente describe como poner partículas metálicas de aluminio y bario en combustible para reactores. De este modo, los gases de escape de los motores a reacción siembran el cielo con los tóxicos.
Adicionalmente a los efectos adversos sobre el ambiente, la agricultura, la economía y la soberanía de los países son muchos los daños ecológicos declarados en diversas localidades y lo peor, la afectación neuro-degenerativa en adultos mayores y niños, lo mismo que el incremento inusitado de autismo y esquizofrenia (Russell L. Blaylock, M.D.)
El doctor Baylock dice que están fumigando toneladas de nano-partículas de aluminio, que por su ínfimo tamaño son muy reactivas y producen inflamación en los tejidos humanos, especialmente en el cerebro y la espina dorsal. De su circulación en el organismo ingresando a través de los nervios olfativos, resulta una serie de enfermedades cada vez más comunes, como el Alzeimer, la demencia y el Parkinson, en cuyos pacientes se han encontrado elevadas concentraciones de aluminio tóxico en el cerebro. Y como la gente de todas las edades está igualmente expuesta, también se han incrementado las afecciones pulmonares y enfermedades del sistema respiratorio como el asma y la sinusitis.
Para quien quiera profundizar en la explicación del Doctor Blaylock, coloco aquí el video completo de su entrevista en inglés, en cuya parte final recomienda algunos alimentos que protegen el cerebro contra la acción del aluminio, como la cúrcuma, el azafrán, las vitaminas C, E y B12, al igual que los vegetales orgánicos. También alerta contra otros venenos que estamos ingiriendo, como el glutamato monosódico presente en los caldos instantáneos y algunos condimentos, y el flúor que nos administran obligatoriamente mediante el agua potable de nuestras ciudades.
https://youtu.be/X3lW-TGGlk0
Si es que realmente lo estuvieran haciendo con buena intención, queriendo ponerle un impermeable al planeta, así no más, lo mínimo que se debiera esperar de todo esto es que se consultara con la población y no se ejecutaran vuelos de aspersión hasta no conocer realmente los efectos adversos sobre la gente y el ambiente.
De manera que mantengámonos informados hasta donde sea posible en nuestro país, para no quedar como ignorantes en caso que nos lleguen a pedir nuestra opinión o haya que participar para evitar las fumigaciones de nuestro cielo.