Música de la hermosísima película Los Coristas, con el famoso niño cantante Jean Baptiste Maunier, que en el segundo video aparece como solista.
El mensaje del filme es muy bello en cuanto a lo mucho que se pueden desarrollar personas socialmente relegadas (los chicos del reformatorio) -cuando se les da una mano oportunamente-, aunque aparentemente ya no haya para ellas esperanza alguna.
Pero me emocionó más aún en esta película la dedicación, casi el enamoramiento del maestro ante un discípulo prometedor. Porque la verdad es que el maestro llega a ser a veces tan importante como los padres: Todos tenemos entre nuestros mejores recuerdos a profesores que se nos dedicaron con amor y reforzaron nuestra auto confianza, enseñándonos que el triunfo sí estaba a nuestro alcance. En mi caso personal tengo tanto que agradecer a muchos maestros que me hicieron sentir inteligente... me hicieron sentir capaz... Me pusieron retos delante y me dieron el impulso para superarlos.
...Y luego se quedaron ahí, sirviendo a nuevos grupos... Siguieron pacientemente en lo mismo, envejeciendo, mientras yo los iba olvidando ante las nuevas cosas que creía aprender. Sin que nunca se me ocurriera regresar a agradecerles...
Porque es mucho lo que puede hacer el maestro... Profesión a la que con frecuencia no se le da la importancia que tiene, ni la retribución que se merece. ¿Por qué? No me lo explico, si los maestros, especialmente los de la primaria, son definitivos en la formación de principios, carácter y habilidades.
-En fin, son las injusticias del sistema- y de nuestro propio ego.
-En fin, son las injusticias del sistema- y de nuestro propio ego.
