sábado, 27 de julio de 2013

¡Somos herbívoros!

No soy vegetariana aunque varias veces en mi vida intenté serlo; pero me fue imposible contradecir a mi familia. Es un asunto muy complicado, porque generalmente, todos están de acuerdo en que debemos ser carnívoros. Y tampoco lo hice, porque no me convencían totalmente los argumentos de los vegetarianos. Sin embargo, viendo esta conferencia de Gary Yourofsky, un activista defensor de los animales criados para nuestro alimento y vegano convencido, estoy cambiando de idea.

Veganismo

Los veganos no consumen ningún producto obtenido de los animales. Los motivos para serlo incluyen el rechazo a la crueldad en el sacrificio de reses, cerdos y pollos y el maltrato de animales en cautiverio. Visión ésta, hasta hoy muy ajena a mí y a la mayoría de nosotros, que comemos sin preguntar de dónde viene la comida y cómo se produjo. Sin embargo, el video de esta conferencia en la Universidad Técnica de Georgia, me ha puesto a reconsiderar la necesidad de ser al menos vegetariana, por simple respeto a los otros seres sintientes.

¿Carnívoros nosotros?

Este señor Yourofsky me hizo caer en cuenta de que nuestra alimentación carnívora es algo aprendido y que nos ocultan la crueldad detrás de ella. Si hacemos un poco de memoria, éramos defensores de los animales cuando estábamos chicos. Porque diferenciábamos lo que era el bien y el mal. Después, nos enseñaron a ignorar el sufrimiento animal y nos volvimos crueles. Ahora somos indiferentes hacia ellos y pensamos que los pollos, vacas, cedos, pavos, son "cosas", no seres vivos; y por eso, aceptamos que sean mundialmente masacrados con crueldad.


Según demuestra el conferencista, no somos carnívoros: sino herbívoros; por la gran longitud de nuestros intestinos, a diferencia de los felinos y caninos. Por sus cortos intestinos, los carnívoros nunca tienen arterias tapadas, ni altos ácidos grasos, ni colesterol; porque la carne y su toxicidad pasan rápidamente por su cuerpo. 

Nosotros, en cambio, nos enfermamos con eso. 
Y... No tenemos garras. Nuestras enzimas son para carbohidratos y vegetales. Nuestra dentadura es amplia, roma, corta y plana, como cualquier herbívoro. Además, nuestra mandíbula inferior puede moverse lateralmente, como las vacas rumiando, cosa que no pueden los carnívoros. Y tenemos que aceptar que no podemos atrapar un animal con la boca, sin herramientas. Por otra parte, el carnívoro se come todo... no selecciona partes, ni necesita que estén cocinadas.

Otra prueba es que un niño nunca trataría de comerse un animalito. Al contrario: siente ternura por él. ¡Cero instintos carnívoros en la raza humana! El gusto por la carne es aprendido.
Debemos comer lo que viene de la tierra directamente... sin intermediario. No a través de los cuerpos de otros a quienes martirizamos y hacemos sufrir.

Crueldad en el Sacrificio de los Animales

Si su organismo es homólogo al nuestro... ¿Por qué creemos que ellos no tienen sentimientos, emociones y hasta a lo mejor, piensan? Son también seres que sienten y padecen. Pero nosotros creemos que somos especiales... y de este pensamiento del Ego, nació ésta y todas las discriminaciones: racismo y esclavismo; pero no es cierto que la especie humana tenga derecho a explotar y asesinar otras especies en el planeta.

El caso es que nos alimentamos de violencia y muerte... Y luego, decimos que somos buena gente y que queremos la paz. Incluso apoyamos a la sociedad protectora de animales, pues nos enternece un perro callejero. Pero ¡No podemos ser tan hipócritas! El problema es que hemos cerrado los ojos a lo que sucede con los animales que constituyen nuestra alimentación.

Nota. Desventajas del Veganismo*

El único problema de alimentarse como propone este señor, -según el Doctor Mercola-, es que con la dieta vegana estricta se puede caer en deficiencia de Vitamina B12, que es muy importante para el cerebro, entre otras funciones. Así que, si tenemos la fuerza de voluntad para abandonar la carne, sugiere agregar algunos alimentos de fuentes animales a nuestra alimentación, ya que la vitamina B12 está disponible en su forma natural exclusivamente en ellos. Por ejemplo:
  • Pollo orgánico libre de corral
  • Leche sin pasteurizar y yogurt
  • Huevos orgánicos de aves libres de corral
Los mariscos son otra opción, si es que estamos seguros de que no están contaminados con mercurio. Pero si no es así, recomienda tomar un suplemento de vitamina B12. Este también podría ser muy útil a medida que envejecemos, porque el revestimiento del estómago pierde gradualmente la capacidad de producir ácido clorhídrico, el cual libera la vitamina B12 de los alimentos. Entonces, una persona mayor de 50 años de edad, es casi seguro que no está absorbiendo vitamina B12 a un nivel óptimo. Así que empiece a consumirla inmediatamente, si es que es vegetariano, para evitar problemas de salud serios más adelante.

Así que yo al menos, voy a intentar ser vegetariana del tipo ovo-lácteo, como dice el Doctor Mercola en quien confío. Esta decisión no es por sabor. Ni siquiera por salud, aunque pesa bastante... Sino por ética. Por humanidad. ¡Por altruismo!


¡Intentemos dejar de comer animales! ¡Acabemos con ésa masacre!