Debes ser paciente y practicar los ejercicios. La meditación es el método. El camino. Te permitirá elevarte a alturas insospechadas en esta conjunción planetaria si eres capaz de aprovechar la energía galáctica presente en este tiempo.
Todo se reduce a subir tu vibración para poder acceder a dimensiones más altas y con menor inercia. Para ello, no hay duda de que la meditación es la vía. Pero necesitas paciencia y constancia, porque somos aún muy primitivos, aunque nuestro corazón aspire a las alturas.
Entonces, el ejercicio de esta semana es el Caminar Consciente, que en otras palabras es aprender a estar dentro de ti mismo. La Atención Correcta a tu existencia. Dentro de tu propio "avatar" (ver post de hace dos días relacionado con la reciente cinta).
- Entonces, trata de sacar 15 minutos al menos al día, aunque te toque madrugar. Busca un área libre.. un parque... donde en lo posible, haya algo de naturaleza. Ella y tú son una misma cosa y lo vas a sentir dedicándole un rato en silencio. Preferiblemente sin compañía, pues este es un camino que debes recorrer solo y en el que nadie te puede ayudar. No lleves distractores. No necesitas más música que la que la Naturaleza te da.
- Comienza desacelerando el paso y respirando más despacio. Inicia tu consciente caminata dando pasos en los que se centre toda tu atención: un pie se adelanta, se apoya permitiendo cambiar el peso del cuerpo de una pierna a la otra y avanza. Luego el otro pie. Ahora la otra pierna es la protagonista.
- Mantén la atención en tu respiración en todo momento. Inspiras... Espiras... Tu estás adentro del transformer, del robot, del avatar que te han asignado para que explores la realidad tridimensional. Es obvio que eres más que tu máquina, pero debes cuidarla y apreciarla profundamente, pues sin ella no habría experiencia ni avance alguno.
- Cuando hayas cogido el ritmo, levanta la vista y mira lo que te rodea, como si lo vieras por primera vez. Tus ojos se posan sin esfuerzo en lo que hay en tu campo de visión. ¿Un árbol? ¡Qué perfección! Fíjate en su majestad. Cada hoja en su lugar. Erguido. Impávido. Es lo que es, aunque nadie antes que tú lo hubiese mirado. Está inmóvil y no se resiste al viento. Más bien danza con él y pareciera que lo disfruta. es bello en cada detalle... mira la rugosidad de su corteza... El sabe que es lo que es y no "hace" nada. Así debes ser tu, si te despojas de los afanes impuestos por otros.
- Ahora simplemente reanuda tu caminata consciente tomando nota del movimiento de tus pies y siendo tu... el magnífico... el consciente.... el eterno. Sonríe un poco. Es agradable la sensación de estar dentro de ti y no tener miedo de nada. Disfruta como el árbol. Tranquilo.
- No te preocupes por los demás; están dormidos. Tu eres del grupo creciente que está despertando a su verdadera naturaleza, como dice el Zen. Ellos son reflejos tuyos, nada más. No te importe su opinión. Tu ya no eres del montón. Son esclavos del sistema y no pueden comprender que te desvíes de la forma de actuar de la masa. Son tus hermanitos... y si te preguntan qué haces, diles: "Siento el viento. Disfruto el sol. Descanso así de mi trabajo" y te dejarán en paz. Se aburren fácilmente y correrán a ver un partido por TV.
- Continúa caminando conscientemente. En tu lentitud, sentirás tu cuerpo y saborearás la fiesta de vida que te rodea. Se el personaje que elegiste encarnar en este planeta. El que te gusta ser. Maravíllate de tu movimiento.. Es un milagro que todo funcione tan bien y tu no debas ocuparte de los detalles.
- Esto es todo. Hazlo a conciencia.
En otros momentos del día puedes también practicar el sentirte dentro de ti mismo:
- Al sentarte al volante, antes de arrancar tu carro, date cuenta de la posición de tu cuerpo: estás "sentado". Nota el espaldar de la silla presionando cálidamente tu espalda. Respira.
- Mira ahora la maravilla de tus manos sobre el timón. Son hermosas, perfectas y útiles. Tu nexo con el mundo físico y tu instrumento de creación.
- Date cuenta de que te encuentras metido entre una caja metálica. Visualiza cómo te verás desde el espacio, allí, sentado. Curiosa imagen, ¿verdad? Respira profundamente. El oxígeno es el mecanismo para que permanezcas vivo. Lo sabías, pero no lo sabías. Porque todo te ha parecido obvio hasta ahora. Pero en adelante serás consciente. En ese trabajo estás.
- Puede en este punto parecerte extraño estar en tan insólita posición y encierro, porque con el ejercicio intuirás tu verdadero e infinito ser.
- Sonrie y comprende que estás ahí porque ha sido tu elección. Seguirás tu rutina, arrancarás tu automóvil entrando en la diversión programada por ti mismo. Estás ahí porque quieres. Vete a trabajar. Ya no serás nunca más un autómata.
Si quieres verlo según alguien con gran autoridad, como es Tich Nhat Hann, el maestro vietnamita de la conciencia en el presente, te dejo aquí una imagen, en uno de sus retiros (No es necesario hacerlo TAN lentamente... porque aquí se filmó así con fines didácticos):
Algo similar y muy útil en los intervalos entre meditación y meditación cuando estás en una sesshin o sesión intensiva de meditación Zen, es el Kin-Hin, en el cual cada paso se hace concientemente y con una lentitud, que para un observador desprevenido parece más bien quietud. Aquí el grn maestro Deshimaru explica rápidamente el método: