En la nueva humanidad que se perfila, se requieren seres humanos también
nuevos, que vean la existencia de manera positiva, integral y
constructiva.
En éste ya iniciado proceso, en el que los terrícolas comenzaremos el
ascenso mental y espiritual que cósmicamente se espera para los próximos
tiempos, no podrá haber espacio ni aceptación popular para posiciones egoístas, para ventas engañosas, especulación, intermediarios, ni para intenciones mezquinas.
Pues cuando la persona acepte su unidad con los demás seres, su presencia en
la tierra adquirirá un motivo mucho más trascendente que cualquiera de
los que ahora entendemos como viables para pasar una vida. (O a lo mejor se
asumirán los mismos motivos actuales, pero vistos de una manera nueva, -sincera esta vez-).
Estas nuevas actitudes, en reemplazo de las ocupaciones actuales de la gente son, en lugar de un medio de consecución de dinero, funciones en la sociedad cuya
elección debe salir del interior de cada uno, sin la contaminación del
fin lucrativo, porque en una verdadera comunidad humana no hay razón para que alguien carezca de algo vital; no lo permitiría la misma sociedad conciente.
- Inventor independiente
- Consejero
- Guardián de Semillas
- Filántropo
- Armonizador de espacios
- Sabio-educador
- Reciclador
- Coordinador de comunidades
- Místico
- Jardinero
- Sanador holístico
- Cocinero-nutricionista
- Padre/Madre
- Cantante
- Artesano
- Filósofo universal
- Armonizador de sonidos
- Criador de especies en extinción
- Director de coros barriales
- Armonizador visual
- Historiador del progreso
- Cultivador de hierbas medicinales
- Entrenador físico (nunca para competencia)
- Protector-de-bosques
- Protector-de-animales
- Urbanista natural
- Fotógrafo
- Guardián del agua
- Experto en bienestar natural
- Pintor
- Floricultor
- Masajista
- Promotor de líderes
- Poeta
- Constructor de hogares
- Músico
- Generador estatal de abundancia
- Paisajista,
- ¡Shamán!
- Y Agricultor, por último (pero no por falta de importancia pues tiene la máxima, sino porque han tratado de que no esté de moda).
Aunque esta idea puede ser aparentemente nueva, en realidad no lo es.
Inconcientemente -en nuestra lógica interior y cuando éramos niños-, siempre pareció lo obvio en cualquier sociedad que cada uno cumpliera sus funciones según aquello que le gustara hacer o aquello en lo que había sido entrenado en bien de la comunidad. Pues todos dependemos de todos... Para bien, se supone...
Es que todos, en
el fondo creemos en la lógica del amor del ser humano por sus
congéneres. Entendemos que no puede tener
sentido un invento que no beneficie visiblemente a la gente; que los gobiernos deben proteger y dar bienestar al pueblo; y que las
organizaciones sin ánimo de lucro por definición, deben apoyar desinteresadamente y de manera eficiente a su grupo
focal.
Entonces, ¿A qué horas se nos olvidaron estos principios tan elementales?
¡Fue el miedo!
El miedo dividió a la humanidad, separándola en un montón de fragmentos solitarios, temerosos de no poder sobrevivir.
¡Fue el miedo!
El miedo dividió a la humanidad, separándola en un montón de fragmentos solitarios, temerosos de no poder sobrevivir.
Más, como en nuestro trabajo interior tiene prelación el abandonar los miedos, éste es el momento en que podríamos intentar escoger uno de los modelos del nuevo ser humano
como nuestra profesión ideal - si es que se ajusta con nuestro sentir más
profundo-, y mantenerlo lo más permanentemente posible en el
conciente hasta que se haga tan nuestro, que él solo se materialice y
nos identifique.
La propuesta aquí es que nos adelantemos a lo que se viene, cambiando de actividad -y en consecuencia de visión- aunque al principio sea mentalmente, nada más, escogiendo de esta rudimentaria lista o de su propio sentir, alguno de los
prototipos de la Nueva Humanidad; y consecuentemente estar dispuestos a respetar las actividades -muy dignas y válidas- de los demás.
¡Y comenzar a vivir así de una vez!