jueves, 3 de marzo de 2016

¿De dónde viene el Conocimiento?



Cuando mi hija estaba en el colegio y tenía algún examen para el cual no había tenido el tiempo suficiente para estudiar,  yo le decía siempre: "Anda tranquila y si necesitas alguna información que no tengas, busca en mi cabeza y sácala de allí". Ella sonreía con complicidad y me decía: "¡Eso mismo haré!"

Y aparentemente funcionaba, porque ambas estábamos seguras de nuestra conexión.
Mientras sucedía el examen yo trataba de estar tranquila, sin tanto bullicio... Estaba disponible.  Y le iba super bien siempre (aunque ahora ella podría decir que se debía a su propia inteligencia, lo que es muy posible también... Pero al menos con esto, se sentía muy confiada en los exámenes).

Este conocimiento intuitivo o tomado de otra fuente equivale -guardadas proporciones- a lo que dice el sabio Wallace Wattles, aunque él va más allá, pues se refiere a una fuente suprema. 

El insiste en que cada vez que una persona se destaca en el arte, la literatura, la ciencia, la música, la espiritualidad, es porque se asoma al conocimiento universal y obtiene allí la inspiración. 

Wattles afirma que ningún conocimiento valioso puede venir de la cabeza de ningún hombre. Si alguien hizo una creación excepcional, con seguridad, su fuente también fue excepcional.

Volvemos con esto a la necesidad de confiar en nuestra conexión con el Infinito. Sea lo que sea el Infinito: Un padre-creador amoroso...  O la totalidad de las mentes en serie (con lo cual se explican los descubrimientos simultáneos)... O un depósito general del conocimiento desde el inicio del planeta (los archivos akháshicos que contienen todas las experiencias del alma, incluyendo todos los conocimientos, las vidas pasadas, la vida presente y las potencialidades futuras. ). 

Si somos prácticos, podríamos entonces ensayarlo cuándo queramos que nuestra vida salga del estándar o cuando tengamos la oportunidad de abordar alguna misión importante, o simplemente cuando queramos utilizar un mayor potencial en lo que hacemos.

Con este método simplemente nos ahorrariamos tiempo y angustias. Porque esta facultad está en todos,  absolutamente en todos nosotros.
¡Aprovechemos!