De manera inevitable y por definición, estamos conectados permanentemente con el Infinito, porque estamos
hechos de su Sustancia. Por lo tanto, lo único que necesitamos es un pequeño
ejercicio de reflexión para sentirlo conscientemente, -y comenzar a vivir en consecuencia-.
Propongo simplemente entrar en el silencio y quedarse en él, esperando que
alguna sensación agradable se sienta en alguna parte... Tal vez el
plexo solar, tal vez la frente... No tenemos que hacer nada ni debe suceder nada espectacular,
porque lo que debemos entender, es que la conexión no se tiene
que lograr: La conexión ya está hecha. ¡Desde siempre!
Y como nuestro pensamiento es inquieto, aprovecharlo para mantener lejanamente flotante en la
cabeza alguna de las frases del Nuevo Pensamiento (NewThougth) seleccionada porque resuene con nuestro ser interno. Esto nos servirá para imprimir en nuestro subconsciente la visión que deseamos:
- Dios debe vivir, y no puede vivir excepto mientras crea y aumenta: Él se mueve hacia vivir más.
- Estoy hecho de la misma Sustancia creadora.
- Soy un dios entre dioses. Todos somos Uno.
- Las cosas están bien como están, pero son susceptibles de perfección.
- Mis sueños se impregnan en la Sustancia original y se materializan.
- La Sustancia crea por medio del pensamiento en secuencias particulares de movimientos que producen cada forma, y que invariablemente producen esa Forma.
- El hombre es un centro de pensamiento.
- El propósito de la Nauturaleza es la perfección de la Vida.
- El propósito de la vida es avanzar hacia una expresión cada vez más perfecta.
- El progreso es el resultado inevitable del acto de vivir. La vida, por vivirla, aumenta.
- El propósito de la Naturaleza es mi salud perfecta.
El detalle final de esta reflexión, que la diferencia de otros ejercicios de contemplación y de meditación, es que no hay
cierre ni conclusión del ejercicio:
Es conveniente dejar abierta
la conexión que se hizo conciente para que todo el día (o toda la noche) la
sabiduría y la salud fluyan naturalmente a nosotros y las ideas contempladas se interioricen hasta hacerse nuestras.
Así que de vez en cuando durante nuestras actividades diarias, recordemos ese momento de reflexión y tratemos de mantener la misma sensación de conexión sensiblemente en el cuerpo.