viernes, 5 de febrero de 2016

Claridad Matutina

Dice Rumi que al alba, cuando te despiertas sin razón un poco antes de tiempo, debes ponerte receptivo porque tu Señor tiene algo que decirte.

No debes volverte a dormir. 

Lo contaba en una charla el Doctor Wayne Dyer, quien escribió sus libros a esa hora, porque a esa hora y no a otra, Dios movía su pluma.

Ensayémos nosotros también esa comunicación matutina. Nos ahorraremos mucho esfuerzo forzado buscando la creatividad.

Últimamente me pasa, al despertar, que siento algunas "claridades" que inmediátamente agradezco.
Hoy, al abrir los ojos sentí una abrumadora reverencia por el Sol que se asomaba y recordé al Ra de los egipcios, el rey Atón, síntesis de todo y dador de la vida.

¿Qué otro símbolo sino el Sol podría representarte mejor a Tí, mi Señor?

Si te llamo la Luz, el Centro, la Fuerza, toda la Energía... El Calor, la Vida, ¡La Iluminación! ¿Cómo más te podría representar usando lo conocido?

Te doy entonces al amanecer mi lápiz, mi mente y mi ser para que los uses como Tú quieras, ¡Señor de los Señores! ¡Sol de Sabiduría!


Un escritor, ¿Qué hace? Oye tus dictados.

Un cantor ¿Quién es? El que traduce tus armonías.

Cuándo llegue a pintar bien, ¿Quién seré? ¡El televisor de tus colores!

Quisiera ofrecerte mis óleos, mis pinceles, mis sueños, otrora tan coloridos.
Quisiera ofrecerte mi poesía que antes fluía sorprendentemente.

 Quisiera darte todo de manera espléndida, pero no puedo aún:
¡Me acecha el Ego! 

Pero no importa: ¡Oiré Tu Voz en la madrugada y olvidaré mi nombre!